jueves, 10 de julio de 2008

Balance general del tema

Todas las empresas, al menos una vez, se han visto en situaciones en las que sus gerentes deben tomar decisiones que no siempre satisfarán a todas las partes involucradas en el asunto. Es muy común tomar decisiones que traerán efectos negativos sobre otras personas o entidades. Sin embargo, un límite que ninguna persona, natural o jurídica, puede cruzar es la línea de la legalidad. Este, junto con los términos ética, moral y legalidad, son dos de los principales temas de la Unidad 1 del curso.

Un análisis ético puede llegar a ser arduo e intenso, con muchas variables y posibles respuestas correctas, aunque cuando una respuesta involucra una conducta ilegal, se puede considerar dicha respuesta como la menos recomendable. En otras palabras, un dilema ético, por más complicado que sea, debe resolverse según las leyes del país en donde se lleve a cabo dicho dilema. Los derechos de una persona terminan donde empiezan los de otra, y de esta manera es que las empresas deben regirse, al igual que las personas naturales.

Muchas personas pondrían ejemplos radicales en los que afirmen casos como: “la mujer que debía dar de comer a su hijo recién nacido sin tener ni un solo centavo, por lo que se vio obligada a robar”. Dichos casos, a pesar de que involucran una violación a la legalidad, son válidos para efectos de análisis éticos ya que se trata de seres humanos en situaciones apremiantes. No lo es el caso de una empresa que debe decidir si sacar al mercado un modelo de automóvil cuyo uso puede provocar la muerte del usuario. En el caso de Ford, si la compañía no sacaba al mercado el modelo Pinto, la empresa no quebraría: solo perdería la inversión realizada y tardaría en recuperarse. Pero eso es todo. Una empresa es el resultado de la unión de capitales de varios accionistas que lleva a cabo operaciones a gran escala por medio de financiamiento adicional de entidades financieras para generar riqueza. Una mujer pobre es, sencillamente, una mujer pobre.

Muchas veces es difícil resolver un dilema ético debido a que se puede diferenciar entre ético, moral y legal, y no necesariamente uno es lo otro. Los gerentes de Ford, con la decisión de lanzar al mercado el modelo Pinto, facilitaron la labor de quienes tengan a su cargo el análisis ético de dicha decisión, ya que no solamente el lanzamiento del Pinto, a sabiendas de que una falla podía causar la muerte del usuario, no es ético, sino que es irresponsable, inmoral, e ilegal.

En la Unidad 2, la teoría de los stakeholders y la definición de ciudadanía corporativa saltan a la vista, una por su gran utilidad, y la otra por lo innovador del término, dadas las circunstancias que se viven a nivel mundial.

Una empresa no solamente tiene como principales interesados a los accionistas, que son quienes pusieron el dinero necesario para poner en marcha la empresa, sino que existe una gama de grupos de interés que deben ser considerados al momento de tomar decisiones. Subestimar a un grupo de interés es un error que podría llegar a ser fatal. En el caso de Ford, entre sus grupos de interés están: proveedores, clientes, accionistas, trabajadores, el Estado, tenedores de bonos, etc. Todas las variables anteriores debieron ser consideradas al momento de analizar el lanzamiento del modelo Pinto. Los proveedores, en definitiva, desean que Ford lance más modelos al mercado, ya que así sus insumos serán más demandados por Ford, sin importar para qué los utilice esta última. Los accionistas también estarían de acuerdo en lanzar al mercado un modelo que signifique un incremento significativo en las ventas. A su vez, los trabajadores podrían pensar en trabajar horas extras para participar de la producción del Ford Pinto y así recibir más dinero en su cheque quincenal o mensual. El Estado también estaría de acuerdo en lanzar un nuevo modelo al mercado ya que eso le representa un mayor impuesto a la renta a pagar por parte de Ford. Los tenedores de bonos también desean que Ford se consolide como una empresa líder al lanzar más modelos al mercado, ya que el valor de sus bonos podría incrementarse en valor presente. Sin embargo, ¿en qué medida un cliente podría estar interesado en comprar un automóvil que podría matarlo? Adicionalmente, los clientes son quienes permiten que todos los anteriores stakeholders mencionados se beneficien, ya que sin clientes la empresa no vendería, por lo que no podría comprar insumos, pagar dividendos, salarios, impuesto a la renta ni cupones semestrales. Los clientes deberían ser la principal variable a considerar al momento de tomar una decisión, sobre todo si esta decisión involucra poner en riesgo la vida de los mismos.

Un análisis más detallado que de derive del anterior podría ser una buena opción a considerar para la correcta coma de decisiones que considere a todos los grupos de interés. Sin embargo, ¿vale la pena perder el tiempo en un análisis tan complejo como el que el anterior puede llegar a ser si finalmente el lanzamiento del modelo Pinto es indirectamente un asesinato? Las empresas no pueden tener dentro de su agenda de discusión la decisión de matar a alguien o no. Un asesinato no se discute ni se considera como opción (desde el punto de vista legal).

Con lo que se ha discutido hasta el momento, es sencillo apreciar la falta de ciudadanía corporativa por parte de Ford. Una empresa, dado su poder e influencia en la sociedad, debería ser un regulador adicional de la legalidad y un guardián del bienestar. En la actualidad se discute mucho acerca de cuál es la mejor forma de retribuir a la sociedad por permitir que una empresa funcione dentro de ella o utilice recursos que le “pertenecen” a la sociedad, cuando existe una respuesta que, si bien es muy reciente e involucra un término poco difundido, es una excelente opción: la empresa, como ciudadano corporativo, debe preocuparse por velar por el bienestar de sus stakeholders y de la sociedad en general.

La empresa como institución, desde sus inicios, ha tenido un extraordinario poder de negociación y una influencia tan grande que ha hecho cambiar de opinión a diversos gobiernos en todas partes del mundo. Es por esta razón que se sugiere a las empresas que actúen como guardianes de los derechos de las personas. Una empresa debe canalizar el mensaje de un grupo de madres que son maltratadas en sus hogares. Es probable que ellas no sean escuchadas si van solas a denunciar los maltratos sufridos, y también es probable que sean escuchadas si van de la mano de una empresa poderosa. También existen derechos electorales, los cuales se han visto muchas veces atropellados por gobiernos dictatoriales, y que debieron haber sido defendidos por las empresas que en dichas naciones se desenvuelven.

Así, son muchas las situaciones que, bajo el respaldo de una empresa que le representa al Estado grandes ingresos por impuestos, pueden ser resueltas: mejores sueldos para los profesores de la zona en la que funciona la empresa, el desarrollo de carreteras, mejoramiento de escuelas, alumbrado público, o sencillamente un reclamo que es común en el Perú: municipios y gobiernos regionales tienen dinero para el desarrollo de obras, pero no lo utilizan por falta de proyectos bien elaborados. Otra opción de colaboración a la sociedad por parte de las empresas es el desarrollo de proyectos que sirvan de guía para el uso del dinero recaudado por gobiernos municipales y regionales.

Si una empresa decide no actuar como ciudadano corporativo, no se trata de un acto ilegal. Sin embargo, Ford fue más allá. No solamente decidió no actuar en pro del bienestar social, sino que decidió lanzar un producto al mercado que lo dañaría. Esto podría calificarse como un anti ciudadano corporativo, lo cual representa una actitud no solo egoísta, sino ilegal y en lo absoluto sostenible.

En la Unidad 3, el principal tema de discusión son las teorías éticas, las cuales brindan una herramienta adicional para el análisis de situaciones difícil desde el punto de vista ético: el egoísmo, el utilitarismo, la ética de los deberes y la teoría de los derechos y la justicia.

Adam Smith propuso la teoría del egoísmo, la cual sencillamente analiza los intereses personales de las personas. Bajo esta teoría, Ford solo debió pensar en su interés organizacional, tal como lo hizo realmente, sin importarle la vida de sus clientes a cambio del dinero que la venta del modelo Pinto representaba. De esta manera, Ford maximizó sus deseos y actuó solamente en función de sus propios intereses. Vale la pena resaltar que se trata de una teoría consecuencialista, ya que evalúa principalmente lo que sucederá en función a sus acciones.

Otras figuras como Peter Singer propusieron la teoría consecuencialista conocida como el utilitarismo, el cual consiste en una evaluación a profundidad para descubrir cuánto placer y dolor generan una decisión. La decisión que más placer y menos dolor genere será la ideal. En esta página web se encuentra un análisis utilitarista de la decisión de lanzar al mercado el modelo Pinto de Ford, el cual dio como resultado lanzarlo dado que era mucho más económico vender el modelo y pagar multas por muerte de clientes que llevar a cabo las modificaciones de seguridad.

En función al análisis no consecuencialista propuesto por Emmanuel Kant llamado ética de los deberes, el caso Ford Pinto debe verse desde el punto de vista del imperativo categórico, el cual propone que una persona o institución debe comportarse de la misma manera en que desea que el resto de personas o instituciones se comporten con él/ella mismo/a. Adicionalmente, el imperativo categórico propone que lo que una persona hace tenga rango de ley. Es decir, lo que una persona dice o hace, indirectamente significa que esa persona lo eleva a rango de ley. Aplicado al caso Pinto, la gerencia de Ford, con su accionar, afirma que ellos estarían de acuerdo y no podrían reclamar si un familiar suyo compra un producto que le cause la muerte.

La teoría de los derechos y la justicia propuesta por John Locke afirma que el principal objetivo dentro de una decisión debe ser velar por los derechos de las personas y respetar a la persona misma por su naturaleza humana, lo cual no es respetado por Ford en lo absoluto al atentar directamente contra la vida de sus clientes.

La Unidad 5 trata acerca de las herramientas gerenciales que una compañía puede utilizar para promover la toma de decisiones éticas dentro de la misma. Ford cuenta con un código de ética como muchas grandes compañías en el mercado. Sin embargo, eso no fue suficiente para frenar una decisión de la naturaleza del lanzamiento del modelo Pinto al mercado. Es por esto que es recomendable que Ford desarrolle otro tipo de herramientas para el control de la ética en la empresa. Además de la misión, visión y código de ética, es recomendable que la empresa tenga un conjunto de comités éticos que discutan, evalúen y castiguen las faltas a la ética dentro de la empresa, tanto como premiar las buenas decisiones en pro de la ética. A su vez, contratar a consultores éticos también es una buena opción para diagnosticar el estado actual de la empresa en cuanto a ética se refiere.

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