jueves, 8 de mayo de 2008

Cuatro aspectos importantes de la ética para los negocios en el caso Ford Pinto

Un primer aspecto importante del caso es la inmoralidad. Es sabido que la moral está relacionada directamente con personas, mas no con empresas. Sin embargo, es inevitable hablar de moral en el caso Ford Pinto.

Las decisiones que se toman dentro de cualquier empresa, como Ford, son tomadas por personas, las cuales son regidas no solo por la ética, sino también por la moral. Temas como el enriquecimiento ilícito mediante la compra de acciones de compañías que era sabido por el comprador que aumentarían su valor, o el recojo de una billetera y no devolverla tienen repercusiones directas sobre otras personas. Sin embargo, los errores descubiertos en el Ford Pinto durante las pruebas realizadas eran conocidos por la gerencia de Ford, que autorizó la producción del modelo a pesar de los riesgos que la comercialización traía consigo. Es decir, con el afán de percibir mayores ganancias para la compañía, Ford puso en riesgo la vida e integridad física de sus consumidores con pleno conocimiento de ello.

Alguien podría argumentar que el recojo del suelo y disposición de una billetera cuyo dueño es plenamente identificable podría traer consecuencias fatales también, dado que en esa billetera podrían haber habido dinero que el dueño tenía planeado destinar para el pago de una deuda con un prestamista violento que amenazó asesinarlo si no pagaba. Bajo estas circunstancias, la no devolución de la billetera podría significarle al dueño la muerte. Sin embargo, la situación anterior no es una regla para todas las personas que pierden billeteras. En cambio, para todos los compradores del Ford Pinto sí es una regla y una consecuencia lógica que su nueva adquisición es un potencial motivo de muerte, dado que todos los autos (producidos en serie) tienen los mismos defectos y tienen las mismas posibilidades de fallar, o peor, explotar, durante una eventual colisión.

Por las razones anteriores, no solo la ética para los negocios debe ser aplicada en este caso, sino que además la moral juega un rol muy importante en cuanto a los tomadores de decisiones se refiere, ya que es necesario definir qué tan lejos están dispuestos a ir para ganar dinero. Poner en riesgo la vida de una persona con pleno conocimiento por unos dólares más es, definitivamente, un acto inmoral.

Un segundo aspecto relacionado con la ética para los negocios dentro del caso Ford Pinto es la sostenibilidad. Cualquier empresa cuya intención sea trascender en el tiempo mediante una constante y saludable operación de su negocio no puede plantear estrategias o planes de negocios cuyas bases no estén sustentadas en la ética.

En el caso Ford Pinto, la decisión de comercializar dicho modelo va completamente en contra de la sostenibilidad del negocio debido ya que era cuestión de tiempo de que uno de los Pintos colisionara y pusiera al descubierto, trágicamente, los defectos del auto. Posterior a esto vendrían todos los gastos relacionados con juicios, abogados y reparaciones civiles sumado al deterioro de la marca y todas las repercusiones sociales que traería consigo un error gerencial como este.

Lo más importante para el negocio no solamente radica en crear productos cuya comercialización agregue valor a la empresa, sino que además no haya ningún elemento en el proceso de producción (compra de materiales, producción, control de calidad, prueba de producto, distribución, etc) que la gente pueda criticar de alguna manera o acusar de ser potencialmente peligroso, indebido, ilegal, etc.

La ciudadanía corporativa tiene particular importancia en el caso Ford Pinto, ya que se relaciona directamente con la inmoralidad analizada párrafos anteriores. La ciudadanía corporativa plantea que la empresa debe ser tratada como una persona natural, para lo cual se le atribuyen deberes y derechos. Es verdad que es difícil imaginar a una empresa como una persona, ya que está compuesta, a su vez, por personas. Sin embargo, lo importante de este tema son sus deberes.

Los derechos de una empresa son mundialmente conocidos, y los deberes más populares son los tributarios y aquellos relacionados con sus proveedores y clientes. Sin embargo, uno de los deberes que se le debe atribuir a una empresa, dada la envergadura y el tamaño que suelen tener las corporaciones de ahora, es preservar el estado de derecho dentro de la sociedad. La empresa debería destinar fondos para cumplir con lo que ahora se define como responsabilidad social empresarial, para beneficio de las personas de su comunidad y el mantenimiento del orden.

Podría decirse que hay dos niveles dentro de la ética en los que una empresa puede ubicarse: el primero es simplemente dedicarse a su giro de negocio sin ningún tipo de retribución social, y el otro es agregarle algún nivel de responsabilidad social empresarial. En el caso Ford Pinto, la empresa no se encuentra en ninguno de los dos niveles, sino que se ubica en uno peor que vender y no retribuir: Ford vende un producto que puede potencialmente dañar a la sociedad. Es decir, lucra y daña.

Finalmente, otro aspecto de la ética para los negocios son los grupos de interés. Una empresa debe preocuparse por todos los grupos de interés que influyen en ella, y los gerentes deben estar en capacidad de complacer no solo a los accionistas de la empresa, sino también a sus grupos de interés.

Por ejemplo, Ford tiene varios grupos de interés: sus empleados (los cuales podrían estar agrupados en gremios o sindicatos), sus proveedores, sus clientes, etc. Lo interesante del caso es que, por lo general, en orden de prioridad para la gerencia luego de los accionistas vendrían los clientes, ya que son ellos los que proveen de ingresos a la empresa. Sin embargo, en el caso de Ford Pinto da la impresión que los clientes estuvieran al final de la lista de los grupos de interés de la empresa. La comercialización de un producto defectuoso va totalmente en contra de los intereses del consumidor, quien siempre está interesado en adquirir un producto de calidad y que la asegure que lo que pagó por él será bien retribuido por el mismo producto. ¿Cómo una empresa puede atentar contra los que le dan de comer? Si alguien tuviera una gallina que pone huevos de oro, es poco probable que le dé veneno. Lo lógico es que la alimente con la mejor comida. Ford le vendió veneno a sus clientes.

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