En el caso “The Ford Pinto” que narra Michael Hoffman y que a su vez cita Al Gini en su libro, Hoffman plantea un análisis utilitarista de la decisión que tomó Ford con respecto a la comercialización de su modelo Pinto. La perspectiva utilitarista de la ética plantea un análisis que llegue a la conclusión que más placer y menos dolor causen a la mayoría de individuos involucrados en el asunto. En el caso de una empresa, es común el análisis utilitarista, pues la gerencia opta siempre por las opciones que más ingresos y menos gastos generan. Sin embargo, Ford llevó el análisis utilitarista más allá.
El análisis monetario anterior deja claro que la opción que menor costo representa es asumir las compensaciones por muertes y daños. Además, la decisión también es con el principio utilitarista de velar por el beneficio de la mayoría de individuos relacionados con el asunto. Las víctimas y heridos esperados en total suman 360 personas, mientras que los trabajadores de Ford que se benefician por su trabajo gracias a la actividad de la empresa son un mayor número de personas que los lastimados en accidentes del auto Pinto. La conclusión utilitarista es clara: el beneficio económico y social (por los puestos de trabajo que la producción del Pinto representa) es muy sustancial para los accionistas, la gerencia y los trabajadores de Ford y excede a los costos involucrados.
Sin embargo, la razón por la que las personas tienen conciencia y reciben ayuda de sus sentimientos y experiencia para la toma de decisiones tiene como objetivo evitar que se encasillen en análisis y teorías como la anterior. A pesar de que el análisis utilitarista sigue un procedimiento, el cual ha sido cumplido en líneas anteriores, la decisión tomada no refleja la mejor opción desde el punto de vista ético. Si se quiere tomar el punto de vista monetario, ¿por qué no considerar USD 400’000,000.00 por vida perdida? En ese caso la mejor opción sería definitivamente arreglar los defectos en los automóviles, aunque no hay que llegar al extremo de intentar ponerle un precio a la vida de un ser humano. Si una empresa hace negocio poniendo en riesgo la vida de sus clientes con pleno conocimiento de la situación, entonces su negocio no es sostenible, no es ético, no es legal y no es moral.
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