
Lo que descubrieron, y nadie imaginaba qué tan grande era este problema, es que había problemas en el diseño del tanque de gasolina y que podía explotar al mínimo contacto. Se descubrió que el depósito de gasolina estaba ubicado detrás del eje posterior, de modo que si se producía un contacto o colisión se producía un choque fuerte en la parte trasera, y la probabilidad de que el vehículo se incendiara fuera alta.
Además de todos estos problemas que FORD tenía en este modelo de automóvil, la carrocería era demasiado débil, tal es así que al momento de la colisión, choque o volcadura, el auto se deformaba y las puertas quedaban bloqueadas, atrapando a sus ocupantes en un coche en llamas. Sin embargo, la compañía determinó que el problema podía resolverse poniendo un escudo protector al tanque, pero la compañía decidió no hacerlo. ¿Por qué?
(http://www.dpi.upv.es)
No hay comentarios:
Publicar un comentario