jueves, 19 de junio de 2008

Aparente respuesta al dilema

Al parecer Ford, en base al análisis de costo-beneficio, concluyó que sería más barato arreglar las disputas legales con los damnificados en vez de reparar el diseño. Este caso sentó un gran precedente para la compañía dado que según la cual el acusado puede excusarse si el costo de hacer un cambio en la producción es mayor que el beneficio social de ese cambio.



Este dramático caso hace énfasis en la teoría consecuencialista, que está bajo la teoría ética del egoísmo que según Adams Smith argumenta lo siguiente:

“….sostiene que como no podemos ser completamente consciente de las consecuencias de nuestras acciones, nuestra única guía moral a nuestra disposición es la búsqueda de nuestros deseos y nuestros intereses. Según Smith, es aceptable que cada persona persiga sus propios intereses porque ello produce un resultado moralmente deseable para la sociedad a través de lo que llamó la mano invisible del mercado. Decía que en un con mercado libre competencia y buena información, las personas se darán cuenta que la mejor manera de satisfacer sus deseos es participando en el mercado con buenos productos y ofertas para ganar la preferencia del consumidor. De este modo, el egoísmo acaba produciendo beneficios sociales” (Adaptado Separata UPC - ética para los negocios – 2008 Pag. 70)

Partiendo de esta premisa que sostiene Adams Smith se puede decir que FORD solo busca sus propios intereses, Pero, ¿por qué?, Porque una vez identificado el problema que se suscitaba en sus carros, ellos más prefirieron pagar las indemnizaciones que hacer una reingeniería a su flota de carros mal diseñados, porque según su análisis el costo beneficio le resultaba mejor pagar a los deudos que rediseñar el auto.

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